domingo, 13 de septiembre de 2009

Oreka ezegonkorra (equilibrio inestable)


Mírame, no dejes de hacerlo, observa como vigilo la ciudad entre las augas más profundas del río, no dejes de tener la vista puesta en mis ojos, mis caderas, mi pechos, deséame. Deja que tu cerebro se olvide de las normas, de lo perfecto de la vida y de la muerte.
Termina con todo, trabajo, vida, recuerdos....ven conmigo. Y cuando todos tus deseos se pierdan entre mis piernas, recuerda que fui la primera, la primera que te prometió que conmigo olvidarías el recuerdo y comenzarías una vida.
Una vida sin ataduras, sin normas, nada que te ate, sólo una regla....abraza la vida, abraza la muerte y todo lo que los humanos olvidaron disfrutar. No por religión por que yo seré tu religión, mi cuerto tu templo y el tuyo la ofrenda.
Y en ese momento de felicidad, eterna,no, por que la muerte estará prensente. Tanto que un día envejecerás y te olvidarás hasta de mi existencia. Prometo, mientras seamos una exigente devoción, lo tendrás todo y todo será tuyo.
Entre tus pertenencias, estarán parte de mi cuerpo y tu vida, pero no lo olvides, no te pertenezco, nadie es mi dueño, soy como la manzana, te puedes acercar, tocarme, disfrutarme pero cuando me muerdas, recordarás que estás desnudo ante el mundo y que la serpiente murió por un estúpido deseo humano........poseerlo todo y todo no se puede tener.
Ni en este mundo ni en ninguno.

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