martes, 15 de septiembre de 2009

Testimonios


Hoy es el primer día de nada, el momento exacto para dejar que las olas del mar sean banda sonora de un momento inexistente. Puede que mañana sea peor y con el viento olvide todo lo que estaba planeado.
Pero no puedo olvidar mis deseos, deseos de perderte entre los miles de recuerdos que siguen pasando por mi cabeza, recuerdos que siento no vas a ayudarme a enterrar.
Todavía te recuerdo, grande, peludo y mi oso personal, recuerdo que te vi en una película de disney donde la princesa era un ogro y aunque me reí de mi ocurrencia; siento todavía el cariño que te tenía.
Lo que no puedo olvidar fue el tacto de tus manos, inexpertas, dulces, y mi mente divagando en otros cuerpos mientras era el tuyo el que estaba dentro de mi. No sé por qué, pero conseguiste que me olvidara de otros para pensar sólo en ti y en ese momento me mataste.
En un momento de calma, un momento de defensa baja asestaste el puñal de la derrota, del miedo, del todo el mundo piensa pero tu no lo ves.
En ese instante, deje que mi mundo se undiera contigo, que tus lagrimas mataran toda mi fuerza y seguridad. Lo dejé todo, pero no dejé que me llevaras a tierras desconocidas, para que...se que te reirás con ello....yo volví a donde nunca debí volver.
Y aquí estoy intentando echarte la culpa por algo que yó sóla elegí, un destino que tengo que cambiar, pues cuando miles de gotas de sangre corran por mis ojos, descubriendo que ya no eres nadie ni serás nada, en ese momento seré libre y dejaré que el muerto al hoyo y vivo al gozo..
Gozo de un ser y no querer pero si luchar.

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