martes, 20 de julio de 2010

Mujeres


Con la mano en tu pecho, sintiendo el calor de tu corazón, la fiereza de tu mirada pienso que idiota eres. De verdad merece la pena hipotecar nuestra vida por una lucha sin sentido, un coronel que no te respeta y un uniforme que encima te viene pequeño.

Lo que decía mi madre, idiota no tienes otro calificativo posible. En primer lugar dejamos nuestra casa sin saber cuando volvemos. A la merced de los ladrones, saqueadores, ocupas....bueno esos no que aún no han nacido, bueno la palabra que seguramente utilizarán en otra época.

Lo que decía, idiota, pero tu me has visto con este vestido blanco y chal marrón, todo ropita del ejercito, y te sientes el mejor marido, no si elegí mal lo sé. Ahora mismo estaría en Nueva York viviendo con un maridito emprendedor, limpiando platos, sí, pero en algún momento su machismo me haría estar encerrada en casa con vestidos nuevos, modernos, de nuestra época y no es esta maldita revolución que ni me va ni me viene.

Revolución de unos pocos que quieren ser libres, que quieren tener derecho...vale y mi derecho a vivir orgullosa de un marido que me mantiene, que me mima, que me lleva a fiestas de verdad no a batallas vencidas donde la carne quemada y la pólvora....bueno y el tequila son nuestras únicas celebraciones.

Y la comida que....crees que sin mi cocina de leña puedo cocinar algo, en esta mierda de ollas de latón puedo hacer algo, a parte de rata a la plancha o rata guisada sin nada.

La verdad así no se puede vivir. Aunque una cosilla te voy a agradecer, encontré el sentido a la vida dentro de toda esta idiotez, un clavo que saca la astilla que llevo dentro mientras estas en la otra punta de este enorme estado sin nombre. Me hace sonreír, da vida a mis momentos de soledad y desampara. Espero que no te moleste pero te manda un saludo tu Comandante Emiliano Zapata

Sin más se despide
Tu mujer y un hijo que no es tuyo que nunca estás.

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